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La leche humana: alimento perfecto

Categóricamente, la leche humana es vida. Mientras más la investigamos más sorprendente se vuelve. Mientras más la conocemos más espectacular es su composición. Mientras más descubrimos, más imprescindible es en nuestra vida. La leche humana es el ideal en diferentes esferas. Para el niño, se ajusta de manera perfecta a las necesidades del lactante en términos nutricionales (energía, macronutrientes, micronutriente, agua); fortalece su estado inmunológico previniendo enfermedades; reducen significativamente el riesgo de muerte súbita; favorece el desarrollo emocional; contribuye abrumadoramente con intelectual del niño, nutriendo de manera perfecta su cerebro; previene el desarrollo de enfermedades crónicas no trasmisibles durante la vida adulta. Para la madre, reduce el riesgo de cáncer mama; la ayuda a recuperarse más rápido del parto; contribuye con la mejora de su composición corporal, crea un estado de bienestar pleno. De igual modo, presenta ventajas para la familia, para los empleadores, para el país y hasta para el medio ambiente por la menor necesidad de empaques para transportarla.

La leche humana es perfecta por donde se le quiera mirar. En términos nutricionales, permítanme compartir con ustedes algunos datos puntuales.

 

1. La leche humana es un fluido dinámico

La leche humana cambia y se adapta a las necesidades del niño. Por ejemplo, es rica en proteínas y pobre en grasa al principio de la mamada y rica grasa y pobre en proteínas al final. De esta manera contribuye con el desarrollo de los mecanismos de control de hambre saciedad en el niño (1).

La leche humana también va cambiando conforme pasan los días desde el inicio de la lactancia. Durante los primeros 4-6 días se produce calostro. Entre el día 7 y 15 se produce leche intermedia y de allí en adelante se produce leche madura. El Calostro es de color amarillento por su alto contenido de beta caroteno (no grasa como erróneamente se piensa); presenta mayores concentraciones de proteínas (entre ellas inmunoglobulina A, lactoferrina), vitaminas liposolubles y minerales que las leches de transición y maduras; contiene, además, un número máximo de células mononucleares inmunológicamente competentes. La Leche de transición presenta una composición intermedia entre el calostro y la leche madura. La Leche madura es aquella con composición estándar que acompañará el resto del periodo de lactancia.

 

Tabla. Producción y composición del calostro y la leche humana entre los días 1 y 28

Componente Días después del parto
1 2 3 4 5 14 28
Producción (g/24h) 50 190 400 625 700 1.100 1.250
Lactosa (g/l) 20 25 31 32 33 35 35
Lípidos (g/l) 12 15 20 25 24 23 29
Proteínas (g/l) 32 17 12 11 11 8 9

Fuente: Bueno M, Bueno O, Lázaro A. Lactancia materna. En Bueno M, Sarria A, Pérez-Gonzáles JM. (ed). Nutrición en Pediatría. Tomo I. 3ª edición. Madrid: Monsa-Ergon. 2007 (1)

 

2. La leche humana contiene mayor proporción de agua que la leche de vaca

La leche humana presenta un contenido mayor de agua que la leche de vaca. Este contenido de agua es útil porque sirve para cubrir las necesidades hídricas del niño y además, contribuye a reducir la osmolaridad de la leche humana diluyendo su contenido de minerales. Si la madre en lactación restringiera su consumo de agua durante la lactancia, el cuerpo mantiene el volumen de leche producido disminuyendo la excreción de orina de la madre y sus pérdidas insensibles; solo en caso de mantenerse la ingesta insuficiente de agua, recién se afectaría la producción total de leche.

 

3. La leche humana contiene la cantidad y calidad precisa de proteína

La leche humana tiene un contenido proteico bajo si es comparado con aquel de la leche de otros mamíferos. El contenido total de proteínas de la leche humana representa el 5% de su valor calórico total. Las principales proteínas de la leche humana son las del suero, que representan del 60-65% del total proteico. No contiene Beta-lactoalbúmina, proteína predominante en la leche de vaca y responsable de las reacciones alérgicas en niños. El 20% de la proteína corresponde a caseína que se encuentra formando micelas de fácil digestión. La relación caseína proteínas séricas es 40:60, a diferencia del 80:20 de la leche de vaca. La leche humana posee una alta concentración de cisteína y baja en metionina; alta concentración de taurina (la leche de vaca prácticamente no tiene); y baja concentración de fenilalanina y tirosina. La leche humana también posee altas concentraciones de nucleótidos a diferencia de la leche de vaca que prácticamente no tiene.

 

4. La leche humana una grasa útil para el neurodesarrollo

El contenido de lípidos de la leche humana es de 4-4 g/dl lo que representa aproximadamente el 50% de las calorías totales ingeridas por niño. En la leche humana podemos encontrar triglicéridos, diglicéridos, monoglicéridos, ácidos grasos libres, fosfolípidos, glucolípidos, esteroles y ésteres de colesterol; Además, disueltas en el componente graso podemos encontrar vitamina A, D y K.  En la leche humana existe una escasa proporción de ácidos grasos de cadena corta y mediana. Predominan los de cadena larga, saturados e insaturados, y principalmente el ácido oleico (C18:1). Cabe resaltar que el 60% del cerebro está compuesto por ácidos grasos de cadena larga poliinsaturados (2)

 

5. La leche humana contiene carbohidratos y prebióticos

El contenido de carbohidratos de la leche humana es de 7g/dl, constituyendo el 40-50% del aporte calórico. Prácticamente la totalidad del carbohidrato es lactosa, la cual es fundamental para la absorción de calcio y para la síntesis de galactocerebrósidos que son indispensables para la formación de membranas celulares. Además, la presencia de lactosa regula el contenido de agua de la leche humana por su efecto hidrofílico; la leche humana contiene más lactosa, por la tanto, mayor cantidad de agua, por consiguiente, menor cantidad de minerales y menos osmolaridad. El resto de carbohidratos lo constituyen diferentes tipos de oligosacáridos cuya función aparente es favorecer el crecimiento de la microbiota, evitar la adhesión de bacterias y proveer de moléculas complejas como ácido siálico.

 

6. La leche humana posee componentes bioactivos especializados en su membrana del glóbulo de grasa

La Membrana de Glóbulo Graso de la Leche o MFGM (por sus siglas en inglés para Milk Fatty Globule Membrane) es una bicapa formada por péptidos bioactivos, fósfolípidos y carbohidratos que rodea los glóbulos de grasa de la leche. Por su composición tan particular, la MFGM presentan propiedades funcionales que han venido siendo investigadas activamente en la última década (3).

La MFGM está compuesta por: mucinas como la MUC1 y MUC15, importantes en los mecanismos de defensa; la enzima xantina oxidorreductasa responsable de la formación de ácido úrico (antioxidante natural) y NADH y en la liberación del hierro de la ferritina (4); proteínas integrales como la CD36 y butirofilin que actúan como canales trasnportadores, receptores, enzimas, anclajes o marcadores de identidad; fosfolípidos como fosfatidiletalonamina, esfingolípidos, fosfatidilcolina, fosfatidilserina, fosfatidil inositol precursores en la formación de neurotransmisores (5); acido siálico, un sacáridos de 9 carbonos fundamental en la formación de membranas celulares, entre otros elementos (6-10).

Es evidente que la leche humana presenta ventajas insalvables cuando se le compara con la leche de vaca. Debería quedar claro, por lo tanto, que promover la lactancia materna no es un tema discursivo, alegórico o mítico. Promover la lactancia materna exclusiva es una práctica que, a la luz de la evidencia científica disponible, no tiene objeción alguna.

 

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Por Robinson Cruz

*Robinson Cruz es Director General del Instituto IIDENUT. Cuenta con 20 años de experiencia como nutricionista clínico y especialista en Bioquímica aplicada a la Nutrición. En este tiempo ha formado miles de profesionales de la nutrición, ha publicado casi una decena de libros y cientos de comunicaciones relacionadas, entre otras actividades.

 

 

Referencias bibliográficas 

  1. Bueno M, Bueno O, Lázaro A. Lactancia materna. En Bueno M, Sarria A, Pérez-Gonzáles JM. (ed). Nutrición en Pediatría. Tomo I. 3ª edición. Madrid: Monsa-Ergon. 2007
  2. Lawrence R, Lawrence R. Lactancia Materna. Una guía para la profesión médica. 6ª  edición. Madrid: Elseiver. 2007
  3. ANGULO A, Joaquín; MAHECHA L, Liliana and OLIVERA A, Martha. SÍNTESIS, COMPOSICIÓN Y MODIFICACIÓN DE LA GRASA DE LA LECHE BOVINA: Un nutriente valioso para la salud humana. MVZ Cordoba [online]. 2009, vol.14, n.3 [cited 2017-10-18], pp.1856-1866. Available from: <http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0122-02682009000300010&lng=en&nrm=iso>. ISSN 0122-0268.
  4. Mendoza U, García J, Gastell P, Amador A. Xantina oxidorreductasa, propiedades, funciones y regulación de su expresión genética. Rev Cubana Invest Biomed 2005;24(2).
  5. Torres J, Duran S. Fosfolípidos: propiedades y efectos sobre la salud. Nutr Hosp. 2015;31(1):76-83
  6. Schauer R. Sialic acids as link to Japanese scientists. Jpn. Acad, Ser. B92 (2016)
  7. Varki A. Sialic acids in human health and disease. Trends Mol. Med. 2008 August; 14(8): 351-360
  8. Schnaar RL. Glycolipid-mediated cell–cell recognition in inflammation and nerve regeneration. Arch. Biochem. Biophys 2004;426:163–172. [PubMed: 15158667]
  9. Pan B, et al. Myelin-associated glycoprotein and complementary axonal ligands, gangliosides, mediate axon stability in the CNS and PNS: neuropathology and behavioral deficits in single- and double-null mice. Exp. Neurol 2005;195:208–217. [PubMed: 15953602]
  10. Weigel PH, Yik JH. Glycans as endocytosis signals: the cases of the asialoglycoprotein and hyaluronan/chondroitin sulfate receptors. Biochim. Acta 2002;1572:341–363. [PubMed: 12223279]

 

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